se diria bien; 
porque efectivamente no hay medio entre el sí y el nó; cualquier cosa es 
ó no es; pero en la idea de espíritu entra mucho mas que simple 
negacion de materia; entra la idea de un principio activo, inteligente y 
libre. 
[16.] Pero entonces, se dirá, ¿en qué consiste la naturaleza del alma del 
bruto? y yo preguntaré, ¿en qué consiste la naturaleza de la mayor parte 
de las cosas que se nos ofrecen? Esta naturaleza, ¿la conocemos en sí ó 
en sus actos? Nuestra misma alma, ¿la vemos acaso intuitivamente? 
¿por ventura no la conocemos por los actos de que tenemos conciencia? 
pues bien; de un modo semejante conocemos el alma sensitiva por sus 
actos, esto es, por el sentir; conocemos que no es materia, porque la 
materia es incapaz de sensacion; y á la manera que de nuestra alma 
sabemos que es un ser simple, principio activo dotado de inteligencia y 
libertad, podremos decir que el alma de los brutos es un ser simple
dotado de la facultad de sentir y de instintos y apetitos en el órden 
sensible. 
Yo no sé lo que es este principio activo considerado en sí; pero sus 
actos me le revelan como una fuerza superior á los cuerpos; como una 
de tantas actividades que vivifican la naturaleza. Esa fuerza vivificante 
la encuentro en una porcion de materia admirablemente organizada, y 
cuya organizacion conspira á un fin que es el ejercicio armónico de las 
facultades de ese viviente que llamamos animal; el no saber lo que es 
esa fuerza en sí misma, no me impide el afirmar su existencia, ya que 
los fenómenos me la revelan de una manera incontestable. 
[17.] ¿Cuál será entonces el destino de esas almas ó de esas fuerzas 
vitales, en destruyéndose la organizacion que ellas vivifican? ¿Se 
reducirán á la nada ya que no pueden descomponerse por no constar de 
partes? ¿continuarán existiendo, esperando que les toque el turno de 
presidir á una nueva organizacion? Aquí hay varias cuestiones que es 
bueno deslindar para examinarlas luego por separado. 
Si el alma de los brutos no consta de partes, no puede perecer por 
desorganizacion; no se desorganiza lo que no está organizado, y no lo 
está lo que no tiene partes organizables. 
De esto se infiere que el alma de los brutos no puede perecer por 
corrupcion propiamente dicha, pues que así se ha de verificar de todo 
ser que no esté compuesto de materia. No veo que bajo este aspecto 
pueda ofrecerse ninguna dificultad; pero la cuestion no está resuelta 
sino en su parte negativa, pues hasta aquí solo sabemos que el alma de 
los brutos no se corrompe ó no muere por descomposicion; fáltanos 
saber qué se hace de ella; ¿se anonada? ¿continúa existiendo? y en tal 
caso, ¿de qué manera? Estas son cuestiones diferentes. 
Ante todo conviene advertir que aquí caben conjeturas, mas bien sobre 
la posibilidad que sobre la realidad; la filosofía puede hacernos 
columbrar lo que puede haber, mas nó lo que hay; pues la realidad no 
puede sernos conocida sin la experiencia, y esta nos falta en el caso 
presente. En buena filosofía, cuando se pregunta lo que hay en este 
punto, la mejor respuesta es: no lo sé; cuando se pregunta qué es lo que 
puede haber, entonces entra el raciocinio fundado en los principios 
generales, y muy particularmente en la analogía. 
[18.] Suele decirse que nada se aniquila; esta proposicion ha menester 
explicaciones. ¿Qué significa aniquilarse? dejar de ser, sin que reste
nada de lo que antes habia; si se desorganiza un cuerpo, deja de ser 
como cuerpo organizado, pero la materia resta; no hay pues 
aniquilamiento. ¿Es verdad que nada se aniquila? Segun algunos, es 
preciso distinguir entre sustancias y accidentes; como estos últimos son 
una especie de seres incompletos, no hay inconveniente en que dejen de 
ser sin que reste nada de ellos, pero en esa desaparicion no habrá 
aniquilamiento propiamente dicho: así vemos que las cosas se 
transforman continuamente, es decir, que padecen una sucesion de 
accidentes, los cuales dejan de existir cuando la cosa deja de ser 
modificada de la manera respectiva. En cuanto á las sustancias, si 
dejasen de ser habria verdadero aniquilamiento; pero esto no se verifica 
porque ninguna sustancia se aniquila. Así piensan algunos; ignoro lo 
que hay de verdad en este sistema, pues no sé cual es el fundamento 
sólido en que puede estribar. Si hay una sustancia destinada á un objeto, 
en cesando este ¿por qué no podria aniquilarse? Un ser criado, necesita 
continuamente de la accion conservadora del Ser criador; por lo cual se 
dice que la conservacion es una creacion continua; cuando cese el 
objeto á que se destina la sustancia criada, qué inconveniente habrá en 
que se aniquile? No veo que esto repugne ni á la sabiduría ni    
    
		
	
	
	Continue reading on your phone by scaning this QR Code
 
	 	
	
	
	    Tip: The current page has been bookmarked automatically. If you wish to continue reading later, just open the 
Dertz Homepage, and click on the 'continue reading' link at the bottom of the page.
	    
	    
