Itinerario de Buenos Aires a Cordoba

J. Sourryere de Souillac

Itinerario de Buenos Aires a Cordoba, by

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Title: Itinerario de Buenos Aires a Cordoba
Author: J. Sourryere de Souillac
Release Date: July 8, 2006 [EBook #18784]
Language: Spanish
Character set encoding: ISO-8859-1
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[Nota del transcriptor: Se conservaba la ortograf��a original de la obra]

ITINERARIO
DE
BUENOS-AIRES A CORDOBA;
POR
=J. SOURRYERE DE SOUILLAC=,
PRIMER ASTRONOMO
DE LA
=TERCERA PARTIDA DEMARCADORA DE LIMITES=,
EN
SANTA CRUZ DE LA SIERRA.
=Primera Edicion.=
BUENOS-AIRES.
IMPRENTA DEL ESTADO.
1837.
* * * * *
=PROEMIO=
AL
ITINERARIO DE BUENOS AIRES �� CORDOBA.
Este ensayo debe mirarse con indulgencia, por ser el programa de una obra mas estensa, que emprendi�� el autor cuando fu�� �� incorporarse �� la Tercera Division de l��mites, de la que era el primer astr��nomo. Su esp��ritu met��dico y laborioso le habia acostumbrado �� no descuidar ningun detalle, y �� registrarlos con fidelidad en sus libros de memoria. Hacia lo que Rousseau recomendaba �� su Emilio, y lo que un escritor moderno[1] quisiera que todos hiciesen, consider��ndolo como un instrumento general de educacion y perfeccionamiento.
[Nota 1: Mr. Jullien, en su Biometro.]
Los mayores defectos de este trabajo son de haber quedado incompleto, y de tratar de la parte mas conocida de las provincias argentinas. Ignoramos si el autor lo continu�� hasta Santa Cruz de la Sierra: el cuaderno original de que nos hemos valido no contiene mas de lo que hemos publicado, y nos parece probable que sea todo cuanto existe de este itinerario.
A pesar de su estado de imperfeccion no nos hemos animado �� desecharlo. Profesamos el principio de la publicidad en el sentido mas lato, porque los estragos que ha ocasionado el sistema contrario nos han convencido, que mas vale exponerse �� la censura de unos pocos lectores ap��ticos, que descontentar �� los curiosos para quienes nada es indiferente. En un pais donde los estudios geogr��ficos estan aun en su infancia, no son de desde?arse los primeros pasos cuando son acertados, y tales nos parecen los de Souillac. Sus escritos no deslumbran por trozos esquisitos de erudicion �� elocuencia: no es un retor ni un fil��logo ��l que habla; ni se espere tampoco hallar en ellos lo que la moderna escuela rom��ntica llama cuadros �� impresiones. La sencillez es su car��cter distintivo, y para nosotros esta sencillez es un m��rito, porque aun no ha llegado el tiempo de entregarnos �� los viageros sentimentales. Lo que mas importa es reunir hechos para rectificar conjeturas, sacar el pais de la obscuridad en que yace, y delinear su fisonomia actual para que sirva de t��rmino de comparacion �� sus progresos ulteriores. Estos trabajos, cuando se egecutan con inteligencia, son como los cimientos, en que se requiere mas solidez que elegancia. "Los itinerarios, dice oportunamente Buache, se han mirado siempre como uno de los fundamentos de la geografia, por ser los primeros elementos de que se hace uso para establecer la posicion de los lugares, y los que pueden emplearse con mas confianza, despues de las observaciones astron��micas y las operaciones geom��tricas: son ademas los que pueden obtenerse en mayor n��mero, y con mas facilidad."[2] ?Y efectivamente cuanta luz no ha derramado sobre la geografia antigua de Europa el Itinerario del Emperador Antonino, que no es mas que una ��rida nomenclatura de poblaciones! Al menos el de Souillac contiene algunos datos cient��ficos, que sobre ser importantes, porque fijan la latitud de Buenos Aires y C��rdoba, acreditan el esmero con que los encargados de la ��ltima demarcacion de l��mites procedian en estos reconocimientos.
[Nota 2: Observations sur la carte itin��raire des Romains, appel��e commun��ment Carte de Peutinger. En el V. tomo de las Memorias del Instituto de Francia.]
C��rdoba, por su posicion central en un vasto territorio desconocido, es un punto geod��sico del mayor interes, en el que pueden provisoriamente apoyarse los c��lculos de distancias de los parages lim��trofes. Los resultados no ser��n exactos, ni es posible que lo sean mientras no se sometan �� la revision de los astr��nomos; pero pueden hacer desaparecer muchos errores de la topografia de estas provincias.
El primero que tuvo la idea de trazar su itinerario fu�� el P. Chome, en una de sus cartas, escrita al P. Vantiennen, fecha 17 de Mayo de 1738[3]. Su derrotero comprende desde Buenos Aires hasta San Ignacio de los Zamucos, en la provincia de Chiquitos, en donde hacia su habitual residencia.
[Nota 3: Inserta en el IV tomo de las Cartas Edificantes, edicion de Madrid de 1754, p��g. 243.]
Otro itinerario, mas detallado,
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