Viage al Rio de La Plata y Paraguay

Ulderico Schmidel
al Rio de La Plata y Paraguay, by
Ulderico Schmidel

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Title: Viage al Rio de La Plata y Paraguay
Author: Ulderico Schmidel
Release Date: January 20, 2007 [EBook #20401]
Language: Spanish
Character set encoding: ISO-8859-1
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[La ortografía del original fue conservada. (nota de transcriptor)]

VIAGE
AL
RIO DE LA PLATA
Y
PARAGUAY,
POR
ULDERICO SCHMIDEL.
BUENOS-AIRES.
IMPRENTA DEL ESTADO.
1836.

NOTICIAS BIOGRAFICAS DE ULDERICO SCHMIDEL.
El autor del diario que reproducimos en nuestra coleccion, era un
natural de Straubing, en Baviera, donde nació á principios del siglo
XVI. Hallábase en Amberes, cuando se hacian en España los aprestos
de un armamento considerable, destinado á la colonizacion y conquista
del Rio de la Plata. Jóven y entusiasta, resolvió pasar á Cádiz, punto de
reunion de los que debian tomar parto en esta hazaña.
Catorce buques de varias dimensiones, llevando á bordo una fuerza de
2,500 Españoles, y de 150 Alemanes, estaban al punto de alzar el ancla
para entregarse á los azares de una navegacion desconocida. Un rajo de
esperanza, pintado en todos los rostros, alumbraba esta escena
magnífica de actividad y heroismo.
D. Pedro de Mendoza, que se habia distinguido en las guerras de Italia,
peleando al lado del Condestable de Borbon, era el alma de esta

empresa, en la que se alistó Schmidel como soldado, sin preveer que
seria su historiador.
El 24 de Agosto del año de 1534 dejó la escuadra la rada de Cádiz, y
pasó á la de San Lucar, de donde zarpó el 1.º de Setiembre. En pocos
dias llegó á las Canarias, último eslabon del mundo antiguo, y
colocadas como una atalaya en las vastas soledades del Océano. Un
furioso huracan, que se formó á la vista de las islas, dispersó el convoy,
sin causarle mas daño que el de detenerlo en su ruta. Volvió á juntarse
en Santiago, la principal de las islas de Cabo Verde, y navegando con
rumbo al oeste, arribaron al Janeiro despues de una penosa travesía.
Los gefes de la expedicion dejaron en este puerto una huella sangrienta
de su aparicion, matando á puñaladas á Juan Osorio, recien elevado á la
dignidad de lugar teniente del ejército. Este crímen, misterioso en su
orígen, descubrió desde luego la índole feroz de los compañeros de
Mendoza, de la que dieron repetidas pruebas en adelante.
Del Janeiro pasaron al Rio de la Plata, que aun conservaba su antiguo
nombre de Paraná-guazú; y fondearon en la isla de San Gabriel, que
era el puerto militar de los españoles en la primera época de la
conquista. Ninguna resistencia le opusieron los Charrúas, que fueron
tan osados é inhumanos con Solís: no porque hubiesen dejado de serlo,
sino por el miedo que les inspiró la vista de tantos buques y de sus
numerosos combatientes.
¡Cuan distinta fué la acogida que les hicieron los Querandís, moradores
y dueños de los fértiles campos en donde se fundó BUENOS AIRES!
Sin mas recursos que sus bolas y dardos, que arrojaban con un acierto
admirable, defendieron sus hogares contra los que habian triunfado de
los ejércitos mas aguerridos de Europa, y que los atacaban con toda la
superioridad de su disciplina militar y de sus armas. En uno de estos
ataques, de que habla Schmidel como testigo ocular, perecieron varios
gefes, y el mismo Almirante de la escuadra, D. Diego de Mendoza,
hermano del Adelantado.
Entretanto el ejército, cercado y hostigado por todas partes, se halló
expuesto á las mayores privaciones; y si no es exagerado el cuadro que

hace Schmidel de los efectos del hambre, pocas veces fueron mas
terribles sus estragos. Baste decir que en una reseña que pasó D. Pedro
de Mendoza en el fuerte recien edificado de Buenos Aires, halló apenas
563 individuos, de los 2,650 que habia traido de España:--"los demas
habian muerto (son palabras del historiador), y la mayor parte de
hambre!"
Schmidel, que salvó de tantos amagos, acompañó á Oyolas en una
expedicion al Paraná y Paraguay. El cómputo que hace de las fuerzas
de aquellas tribus es asombroso, y se le podria creer exagerado, si el
que lo hace no se hubiese mostrado tan cuerdo en sus demas detalles.
Todos ellos tienen el interes que inspira ese
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