Novelas Cortas | Page 2

Pedro Antonio de Alarcón
general con
un interés que se sobrepuso a sus dudas.
El gitano se echó a reír, y respondió:
--¡Es claro! Su merced dirá: este gitano es como todos, y quiere
engañarme.--¡No me perdone Dios si miento!--Ayer ví a _Parrón_.

20 --Pero ¿sabes tú la importancia de lo que dices? ¿Sabes que hace tres
años que se persigue[2-2] a ese monstruo, a ese bandido sanguinario,
_que nadie conoce ni ha podido nunca ver_? ¿Sabes que todos los días
roba, en distintos puntos de estas sierras, a algunos pasajeros; y después
los asesina, pues dice 25 que los muertos no hablan, y que ése es el
único medio de que nunca dé con él la Justicia? ¿Sabes, en fin, que ver
a _Parrón_ es encontrarse con la muerte?
El gitano se volvió a reír,[2-3] y dijo:
--Y ¿no sabe su merced que lo que no puede hacer un 30 gitano no hay
quien lo haga[2-4] sobre la tierra? ¿Conoce nadie[2-5] cuándo es
verdad nuestra risa o nuestro llanto? ¿Tiene su merced noticia de
alguna zorra que sepa tantas picardías como nosotros?--Repito, mi
General, que, no sólo he visto a _Parrón_, sino que he hablado con él.
(p3)
--¿Dónde?
--En el camino de Tózar.
--Dame pruebas de ello.
--Escuche su merced. Ayer mañana hizo ocho días que 05 caímos mi
borrico y yo en poder de unos ladrones. Me maniataron muy bien, y me
llevaron por unos barrancos endemoniados hasta dar con una plazoleta
donde acampaban los bandidos. Una cruel sospecha me tenía
desazonado.--«¿Será esta gente de _Parrón_? (me decía a cada instante.)
¡Entonces 10 no hay remedio, me matan[3-1]!..., pues ese maldito se ha
empeñado en que ningunos ojos que vean su fisonomía vuelvan a ver
cosa ninguna.»
Estaba yo haciendo estas reflexiones, cuando se me presentó un hombre
vestido de macareno[3-2] con mucho lujo, y dándome 15 un golpecito
en el hombro y sonriéndose con suma gracia, me dijo:
--Compadre, ¡yo soy _Parrón_!

Oír esto y caerme de espaldas,[3-3] todo fué una misma cosa.
El bandido se echó a reír.
20 Yo me levanté desencajado, me puse de rodillas, y exclamé en todos
los tonos de voz que pude inventar:
--¡Bendita sea tu alma, rey de los hombres!... ¿Quién no había de
conocerte[3-4] por ese porte de príncipe real que Dios te ha dado? ¡Y
que haya madre[3-5] que para tales hijos! 25 ¡Jesús![3-6] ¡Deja que te
dé un abrazo, hijo mío! ¡Que en mal hora muera[3-6] si no tenía gana
de encontrarte el gitanico para decirte la buenaventura[3-7] y darte un
beso en esa mano de emperador!--¡También yo soy de los tuyos!
¿Quieres que te enseñe a cambiar burros muertos por burros
vivos?--¿Quieres 30 vender como potros tus caballos viejos? ¿Quieres
que le enseñe el francés a una mula?
El Conde del Montijo no pudo contener la risa....--Luego preguntó:
--Y ¿qué respondió _Parrón_ a todo eso? ¿Qué hizo? (p4) --Lo mismo
que su merced; reírse a todo trapo.[4-1]
--¿Y tú?
--Yo, señorico, me reía también; pero me corrían por las patillas
lagrimones como naranjas.
05 --Continúa.
En seguida me alargó la mano y me dijo:
--Compadre, es V. el único hombre de talento que ha caído en mi poder.
Todos los demás tienen la maldita costumbre de procurar entristecerme,
de llorar, de quejarse y de hacer otras 10 tonterías que me ponen de mal
humor. Sólo V. me ha hecho reír: y si no fuera por esas lágrimas....
--Qué, ¡señor, si son[4-2] de alegría!
--Lo creo. ¡Bien sabe el demonio que es la primera vez que me he reído

desde hace seis u ocho años!--Verdad es que 15 tampoco he llorado....
--Pero despachemos.--¡Eh, muchachos!
Decir _Parrón_ estas palabras y rodearme una nube de trabucos, todo
fué un abrir y cerrar de ojos.
--¡Jesús me ampare!--empecé a gritar.
20 --¡Deteneos! (exclamó _Parrón_.) No se trata de eso _todavía_.--Os
llamo para preguntaros qué le habéis tomado a este hombre.[4-3]
--Un burro en pelo.[4-4]
--¿Y dinero?
25 --Tres duros y siete reales.
--Pues dejadnos solos.
Todos se alejaron.
--Ahora dime la buenaventura--exclamó el ladrón, tendiéndome la
mano.[4-5]
30 Yo se la[4-6] cogí; medité un momento; conocí que estaba en el
caso de hablar formalmente, y le dije con todas las veras[4-7] de mi
alma:
--_Parrón_, tarde que temprano,[4-8] ya me[4-9] quites la vida, ya me
la dejes..., ¡morirás ahorcado! (p5) --Eso ya lo sabía yo.... (respondió el
bandido con entera tranquilidad.)--Dime _cuándo_.
Me puse a cavilar.
Este hombre (pensé) me va a perdonar la vida; mañana 05 llego a
Granada y doy el _cante_;[5-1] pasado mañana lo cogen.... Después
empezará la sumaria....

--¿Dices que _cuándo?_[5-2] (le respondí en alta voz.)--Pues ¡mira! va
a ser el mes que entra.[5-3]
_Parrón_ se estremeció, y yo también, conociendo que el amor 10
propio de adivino me podía salir por la tapa de los sesos.[5-4]
--Pues mira tú, gitano.... (contestó _Parrón_
Continue reading on your phone by scaning this QR Code

 / 85
Tip: The current page has been bookmarked automatically. If you wish to continue reading later, just open the Dertz Homepage, and click on the 'continue reading' link at the bottom of the page.