Contigo Pan y Cebolla | Page 3

Manuel Eduardo de Gorostiza
atenci��n ajena y de crearse relaciones que prometen grandes bienes, trataba de hacerse representar dignamente en el exterior, y por medio de sus agentes invit�� a Gorostiza a asumir la ciudadan��a mexicana y a encargarse de importantes comisiones diplom��ticas. A consecuencia de ello, nuestro representante en Londres, D. Jos�� Mariano de Michelena, en Julio de 1824 dirigi�� al Gobierno un ocurso de Gorostiza ofreciendo sus servicios a M��xico; y antes de terminar el a?o, se le encarg�� una misi��n confidencial en Holanda. Su familia, que hab��a quedado en Madrid, se le reuni�� despu��s en Bruselas de donde en 1829 pas�� D. Manuel de encargado de negocios a Londres. De esta ��ltima corte, y siendo ministro plenipotenciario, despu��s de la ca��da de Carlos X,[1] fu�� dos veces a Par��s con el car��cter de enviado extraordinario, logrando ajustar nuestro primer tratado de amistad y comercio con Francia. Tuvo, adem��s, misi��n confidencial de la administraci��n de Bustamante para arreglar el reconocimiento de nuestra independencia por Espa?a, de que se desisti�� en virtud de sus informes; hab��a estado asimismo con car��cter diplom��tico en Berl��n, y para apreciar el resultado general de sus gestiones, bastar�� recordar que ��l negoci�� casi todos nuestros primeros tratados con potencias extranjeras. Por entonces, escribi�� e imprimi�� en Londres su obra dram��tica m��s notable a mi juicio, Contigo Pan y Cebolla; refundi�� Las Costumbres de Anta?o, y dio a luz una Cartilla pol��tica que acaso aun m��s que sus servicios diplom��ticos le ganar��a la voluntad de nuestros hombres de 1833.[2]
[Footnote 1: Charles X (1757-1836) became king of France in 1824; forced to abdicate in 1830.]
[Footnote 2: 'Must have earned him the good will of our men of 1833.' In 1832 General Anastasio Bustamante, "a heavy, dull, rather kindly, and fairly honest aristocrat, though nominally a moderate Federalist," who had become President of Mexico in 1830 by the revolution which displaced Don Vicente Guerrero, was driven from power by another revolution in which General Antonio L��pez de Santa Anna joined. G��mez Pedraza, the president whom Guerrero had deposed, was restored to fill out his own term; then, in 1833, Santa Anna was elected, but retired to his estate, leaving the vice-president G��mez Far��as in power. He, like G��mez Pedraza, attempted reforms directed chiefly against the Church and the army, with the backing of the Federalist majority in Congress. Thereupon the rival Centralist party, made up largely of the Church and the rich proprietors, called in Santa Anna, who had been biding his time to go over to their side.]
Vino en ese a?o con su familia a M��xico, hallando desde Veracruz cordial y entusiasta recibimiento; y supuesto su positivo m��rito y lo avanzado de sus ideas liberales, nada extra?o fu�� verle aqu�� nombrado bibliotecario nacional y s��ndico del Ayuntamiento, ni que la administraci��n de G��mez Farias le hiciera miembro de la Direcci��n General de Instrucci��n P��blica, en que figuraban Rodr��guez Puebla, Quintana Roo[1] y algunos otros personajes, y que, como es sabido, lleg�� a ser una especie de consejo privado en que se discutieron y resolvieron las m��s graves cuestiones pol��ticas de la ��poca. El historiador Mora, Ercilla de esta nueva Araucana[2], habla de la aquiescencia de Gorostiza respecto de las medidas dictadas en materias eclesi��sticas, y de la parte activa que tom�� en el plan de secularizaci��n de la ense?anza y en la formaci��n de la biblioteca; pero de su animado relato de aquellos d��as terribles en que se proscrib��an en masa los partidos[3], nada se deduce en menoscabo de los humanos sentimientos del autor de Indulgencia para Todos, ajeno a los odios y a las persecuciones personales que anublaban el horizonte, y en cuanto a sus ideas y tendencias pol��ticas, si las ensalzara perder��a yo todo derecho a vuestro aprecio.
[Footnote 1: Rodr��guez Puebla and Andr��s Quintana Roo were prominent figures among the hombres de 1833. The latter especially, as president of the House of Representatives (C��mara de diputados), in 1830 fearlessly protested against the harsh treatment of political offenders as he had earlier opposed the expulsion from Mexico of the Spaniards on the formation of the Republic. Quintana Roo is respectfully styled the viejo y varonil insurgente.]
[Footnote 2: Jos�� Mar��a Luis Mora (1794-1848), author of "M��jico y sus revoluciones." Just as, remarks Roa B��rcena, the poet Ercilla has recorded the struggles of the Araucanians and the Spaniards, so the historian Mora has recorded the struggles of the Mexicans.]
[Footnote 3: Cf. Note I, above. It is plain that Gorostiza and Quintana Roo took the same stand on these questions.]
Cambiaron los tiempos; pero, puestas ya en relieve las altas dotes de nuestro D. Manuel Eduardo, sigui�� desempe?ando a intervalos papel notable en la administraci��n p��blica, ya como consejero, ya como ministro de Relaciones o de Hacienda, cuyas secretar��as tuvo diversas veces a su cargo; ya, en fin, como plenipotenciario en el arreglo
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